El primer viaje de Alessandro Strocchia fue hacia el Norte. De su Nápoles natal, a la vecina Roma. Allí fue donde se puso, por vez primera, tras una barra. En un hotel 5 estrellas, Alessandro empezó a combinar su trabajo en “sala”, con los primeros intentos con la coctelera. Una coctelera que enseguida acaparó toda su atención. Y no es para menos, teniendo en cuenta que Alessandro tuvo como maestro -para dar el salto de camarero a bartender- al gran Max la Rocca.

Era el año 2007, y tras un intenso aprendizaje, llegó una oportunidad de cambiar de aires. Barcelona. La barra del Mandarín Oriental, otro cinco estrellas, le esperaba. Dos años más de experiencia, pero no más viajes: de allí al Ohla Hotel y finalmente, en 2014, y sin salir de la ciudad condal, a liderar la barra del Café Jaime Beriestain. Un lugar donde encontramos una carta inspirada en los grandes clásicos de la coctelería, pero con el sello de autor de Alessandro. Un bartender que por encima de todo  busca el equilibrio de sabores, sin renunciar a aplicar técnicas innovadoras en sus creaciones.

Y a crear se pone Alessandro con una botella de Magellan Gin en sus manos. Viaja con su mente en busca de ingredientes de diversas partes del mundo: el lichi, de Asia; la fruta de la pasión, del Caribe; y los higos… unos higos que le transportan a su tierra natal, y que le hacen recordar los veranos de la infancia.

Se pone manos a la obra y arma este viaje, llamado “My Journey”, así:

4 cl de Magellan Gin

1,5 cl de zumo de limón recién exprimido

2 gotas de Chocolate Scrappy’s Bitter

2,5 cl de zumo de lichi

1 cucharadita de pulpa de fruta de la pasión

1 cucharadita de mermelada de higo

1 cl de sirope de canela

Alessandro remata esta sugerente mezcla con media fruta de la pasión flameada y un poco de menta para darle un contraste. Un sugerente viaje que seduce por la vista, y enamora en el paladar. Un viaje en el espacio y en el tiempo, que podéis disfrutar en la barra del Café Jaime Beriestain. Visitad a Alessandro: a través de sus cocktails os llevará a cualquier rincón del mundo.