Nos acercamos a una de las “catedrales” del cocktail. En la barcelonesa Calle Tallers, número 1, se erige desde hace nada más y nada menos que 83 años BOADAS , la coctelería más antigua de  Barcelona. Tras esas paredes y esa barra llena de historia encontramos a un genio del bartending: Adal Márquez, también conocido como “The Bishop” . Y es como él mismo dice, Boadas es una iglesia, llena de feligreses que van a escuchar a diario su particular “misa”, hecha poesía líquida.

Una iglesia que debe su nombre a Miguel Boadas, que llegó a Barcelona en la década de los años 10, con todo el conocimiento mixológico adquirido en “La Piña Plateada” (hoy conocida como “La Floridita”), en La Havana, Cuba. Boadas deslumbró a la sociedad de la época haciendo gala de una creatividad e inventiva adelantada a su tiempo. Inventó la “técnica Boadas”, una evolución del escanciado que hoy día se utiliza en coctelerías de todo el mundo, y creó una imagen de marca que revolucionó el siglo.

Pero hoy no queremos “viajar” al pasado, sino dejarnos llevar por la magia de Adal. Inspirándose en el azul cielo de Magellan, y como no en la historia de nuestro querido Fernando de Magallanes, Adal nos sorprende con una creación única: chocolate, canela, el toque tropical de la lima, cacao blanco, licor de violetas, extracto de chile habanero y unas gotitas de blue curaçao. Y Magellan Gin, por supuesto.

Un cocktail que nos invita a viajar, servido en una increíble esfera de cristal que simboliza la bola del mundo y homenajea el épico viaje que Magallanes realizó en 1519 en busca de preciadas especias. Magallanes, comandando la nave Victoria, nunca regresó de su travesía. Pero Adal Márquez sigue en pie, día a día (¡y por muchos años!) tras la barra del mítico Boadas, regalándonos viajes como este cocktail. Un cocktail que “remata” con flores de pensamiento y polvo de oro -dentro de la propia esfera- y con humo de madera de manzano.

Un cocktail redondo, sin duda. Por su sabor, por sus toques especiados, su color azul mar, su presentación espectacular, la historia que nos hace vivir… y por las manos que lo han creado. ¿Que cómo se llama el cocktail? “El Viajero”, no podía ser otro.