Cómo nos gustan los bares. Aunque algunos resultan, tal vez, demasiado… ¿peculiares? Viajando a Londres nos encontramos con un experimento que queremos compartir con vosotros. El local en cuestión se llama “Alcoholic Architecture” y su propuesta consiste sencillamente en “respirar” las copas. El cliente se ve envuelto por un rocío de gin que, por lo que podemos ver en este vídeo, de entrada resulta un poco extraño. Y no está muy claro si los efectos que produce son del todo positivos… y qué decir del poncho de plástico que hay que ponerse al entrar en el local. Seguramente, no es el súmmum de la elegancia para “tomarse” una copa (ni tampoco parece muy cómodo).
A nosotros nos sigue convenciendo mucho más la fórmula tradicional: copa balón, buen hielo, Magellan Gin y un toque de naranja y pimienta. Un Gin&Tonic perfecto. Contagioso. Y, por supuesto, para beber (aunque también es todo un deleite para nuestro olfato).
En todo caso, y si este tipo de innovaciones os llaman la atención, aquí os dejamos otro vídeo bastante interesante: un G&T de Magellan con un toque de manzana ahumada, cortesía de Babelia Café, en Madrid. Hay humo, sí. Pero al final, te lo bebes.
Como dicen en Alcoholic Architecture… recordad: ¡respirad responsablemente!