10+1 especias seleccionadas cuidadosamente.
Un viaje alrededor del mundo.
Una ginebra azul.
1519. Cinco barcos se disponen a dar la vuelta al mundo para ex- plorar las “islas de las especias”. Tres años más tarde sólo uno de ellos, la nave Victoria, consigue volver a España con la tripula- ción mermada, pero con un gran tesoro: varios barriles de clavos. Fernando de Magallanes capitaneó la expedición, pero nunca regresó. Hoy, el clavo, junto con otras joyas recogidas en aquella aventura, inspiran la creación de Magellan Gin, suave, elegante, herbácea, muy sabrosa. Y azul.
Aromas muy delicados a enebro y piel de
naranja confitada, con un fondo sorprenden-
te de yodo y brisa marina. Herbácea y muy
sabrosa, deja notas muy elegantes a enebro y
pimienta. Muy suave.
Elaborada a mano y en pequeños lotes en la
destilería francesa de Cognac Ferrand, Gin
Magellan recoge los mejores ingredientes de
todo el mundo para lograr un sabor suave y
elegante. El Maestro destilador obtiene un
alcohol neutro de excepcional suavidad tras
una triple destilación. La naturaleza y sus
manos unen su sabiduría: trigo de la varie-
dad Capet y agua fresca del manantial de la
mejor región del Cognac, el Grande Cham-
pagne, inician el proceso.
Tras la triple destilación se añaden las bayas
de enebro y los otros 10 botánicos que aportan
a Gin Magellan todo su carácter. Una cuarta
destilación en un pequeño alambique de
cobre a fuego directo permite al Maestro
Destilador seleccionar el “corazón” del desti-
lado.
El resultado se infusiona con olor y raíz del
Iris, que aportan el sabor final y el caracterís-
tico color de Gin Magellan: un azul cielo que
recuerda a Victoria y a
Magallanes, a aquél viaje alrededor del
mundo, al mar y a los tesoros encontrados en
forma de especias.
La principal especia que Magallanes trajo de su viaje alrededor del mundo aporta a Magellan su característico aroma y un toque picante.
Delicadamente perfumado, el enebro de Gin Magellan se recoge a mano en Francia.
Procedente de Sri Lanka, confiere a Gin Magellan su agradable dulzor.
Similar a la canela y llegada desde Indochina refuerza el sabor de nuestra ginebra.
Las notas cítricas llegan direc- tamente desde México. ¿Los responsables? Los aceites esenciales de sus naranjas maduras.
Sigue el viaje, esta vez hasta Marruecos, para encontrar en el coriandro la especia que más intensamente aromatiza a Gin Magellan.
Y desde China, una dulzura compleja, más profunda que la que aporta el azúcar.
Una auténtica joya india que ofrece un toque picante muy delicado.
Más picante, de nuevo débil, muy agradable, en esta ocasión procedente del continente Africano.
Su aroma sutil y exótico nos traslada a la isla de Ceram, en Indonesia...
Y la raíz y los pétalos de Iris
Cultivada en Italia, esta especia es la responsable de darle a Gin Magellan su característico color azul.