Los orígenes medicinales del Gin&Tonic

Los orígenes medicinales del Gin&Tonic

Hoy en día, sin duda, el Gin&Tonic es uno de los combinados más solicitados.  Pero… ¿conocéis la historia de nuestra querida bebida? Sus orígenes son sorprendentes, ya que el Gin&Tonic nació como resultado de la búsqueda de una cura para la malaria.

Durante el siglo XVII, se extendieron en Sudamérica las beneficiosas propiedades de la corteza de la chinchona para prevenir y curar la malaria, una enfermedad que causaba estragos en aquella época. Pronto, comenzó a importarse a Europa.

El siguiente paso lo dieron en 1817 los científicos franceses Pierre Joseph Pelletier y Joseph Bienaimé Caventou que consiguieron aislar y extraer el principio activo de la corteza de la chinchona, la quinina (principal componente de la tónica), creando pastillas con este activo para su mejor distribución.

Este nuevo medicamento, se envió a las colonias europeas de África y Asia, donde la  malaria estaba muy extendida. El problema era que las pastillas de quinina tenían un sabor tan amargo que se hacía realmente difícil tomarlas. Hacia 1825, los oficiales británicos destinados en India comenzaron a disolver estas pastillas en agua, añadiéndole zumo de lima, azúcar y ginebra. De este modo, se tomaban su medicación con gusto, sin saber que habían inventado el precursor del Gin&Tonic.

Pronto, las multinacionales vieron que esta mezcla podía ser un gran negocio y empezaron a comercializar agua carbonatada con quinina, la tónica. Hoy en día, el uso terapéutico de la tónica ha desaparecido, ya que la mayoría de las marcas han sustituido la quinina por emuladores de sabor y edulcorantes. Sin embargo ha crecido su popularidad y su consumo junto a la ginebra en forma de sabroso Gin&Tonic.

 
 

 


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