El bartender, ese Gran Amigo

El bartender, ese Gran Amigo

En época de fiestas nos acordamos de los que están lejos, de aquéllos a los que hace tiempo que no vemos, también de los que ya no están y por supuesto de los que tenemos cerca todo el año. Regalos, mensajes, felicitaciones, un hueco más para que todos –los más- entren en nuestra mesa y las copas listas para brindar por el nuevo año.

La familia y los amigos están “servidos”. Pero, ¿qué pasa con el que nos “sirve” a todos los demás?  En estas fechas tan especiales nos queremos acordar de esos Grandes Amigos que nos acompañan en noches de diversión, que nos escuchan con infinita paciencia cuando estamos solos, esos amigos que saben, como pocos, lo que nos gusta. “¿Con un Twist de naranja y un poco de pimienta, como siempre?” Sí. Los Bartenders.

Porque es Navidad, porque seguramente se pasen buena parte de las fiestas trabajando,  porque les queremos, y porque….

1- Son los mejores anfitriones. Ellos no tienen clientes, tienen invitados. Y nos tratan como si estuviéramos en casa. Nos reciben, nos dan la bienvenida, siempre con una sonrisa. ¡Es como si nos estuvieran esperando! En Navidad y el resto del año.

2- Tienen una memoria infinita. ¿El nombre de sus invitados? Eso no es nada. Recuerdan qué nos gusta, cómo nos gusta, con quién vamos, a qué horas… Quien mejor nos conoce en nuestra vida (no necesariamente en este orden): nuestra madre, nuestro mejor amigo, y nuestro bartender “de referencia”.

3- Son artistas. Y eso merece ovaciones, aplausos, vítores, felicitaciones y todo nuestro respeto. Juegan con aromas, colores, sabores… con fantasía.

4- Y ya que hablábamos de madres… ¡limpios! ¿Hay alguien más limpio, pulido y cuidadoso que un barman?

5- Son felices y nos hacen felices. Habrá quién diga: ¡yo también sé hacer un Gin&Tonic! Ciertamente… y nosotros echamos una mano, explicando, por ejemplo, los 10 mandamientos para hacer un buen G&T. Puede que preparar combinados sea –o parezca- fácil. Puede que incluso nos animemos con la coctelera y seamos capaces de conseguir creaciones “razonablemente” buenas. Pero nuestros amigos los bartenders nos hacen vivir toda una experiencia. Nos hacen sonreír. Y ellos, desde la barra –que no sólo no nos separa, sino que nos une a ellos-, siempre sonríen, también.

Unas felices fiestas a nuestros queridos y admirados bartenders. A todos los demás, ¡por supuesto!: Feliz Navidad, también… y no dejéis pasar la oportunidad de reuniros, en estos días tan especiales, con esos amigos que siempre van a estar ahí.

 


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